Kike Gálvez, piloto de karts y diagnosticado con TDAH
“Quiero llegar a la Fórmula 1, es mi sueño”
Kike Galvez tiene 16 años, vive en Rivas, es piloto de karts y está diagnosticado con TDAH, o lo que es lo mismo Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Su camino no ha sido fácil, pero gracias a su tesón y a la confianza que sus padres, Enrique y Noemí, han depositado en él, Kike es el actual campeón de España de Karts.
Kike, ¿cómo surgió la oportunidad de subirte a un kart por primera vez?
Siempre iba con mi padre a concentraciones de coches al Jarama y siempre me ha gustado el mundo del motor. Entrando a Rivas, donde vivo, vimos que había un circuito de karts y había una escuela de conducción y mis padres me apuntaron como una manera de motivarme en los estudios. Tenía 10 años la primera vez que me monté en un kart y aquí sigo.
¿Qué sentiste al subirte esa primera vez?
Me sentí orgulloso porque nunca lo había probado y en ese momento supe que la afición a los karts había llegado para quedarse.
Cuando te pones el mono y el casco se olvida el TDAH, ¿qué pasa por tu cabeza cuando te subes al kart?
Piensas en ganar las carreras e ir siempre a tope, necesitas concentrarte y estar sí o sí pensando en la carrera, no puedes pensar en otras cosas. Me pongo el casco, bajo la visera y doy lo máximo.
Ahora con 16 años, tras seis dedicado a los karts, ¿puedes decir que notaste una mejora en tu rendimiento académico?
Siempre me ha costado ponerme a estudiar pero mejoré bastante. Ahora hago una Formación Profesional de Mecánica que me cuesta pero es lo que quiero y voy a seguir para adelante.
¿A dónde quieres llegar en este mundo del motor? ¿Cuál es tu meta?
La meta es la Fórmula 1 y se que es muy difícil de llegar, mientras me gustaría correr competiciones de turismos, de rallies… ¡cualquier competición!
¿Es difícil compaginar tus estudios con karting a este nivel?
Mis estudios de mecánica complementan a los karts, al final puedo preparar mi kart y no se me hace complicado al tener horario de tarde y mis entrenamientos son en fin de semana.
¿Cuál es el próximo objetivo para el que estás entrenando?
Las 6 horas de Castroponce que corro con un compañero. Estar concentrado una hora y media es difícil pero los retos no me paran.
¿Qué les dirías a los adolescentes de tu edad que padecen TDAH y quieran iniciarse en este deporte?
Les animaría a que, si son apasionados del motor, no duden en probarlo y van a disfrutar.
¿Y a los padres de esos chicos que sufren TDAH y puedan tener miedo a este deporte?
Que no tengan miedo, que confíen en sus hijos y que les dejen avanzar.
¿Qué supone para ti que TREND CARS haya confiado en tu potencial y apueste por patrocinarte?
Es un orgullo que concesionario apueste por mi. Lo que es seguro es que voy a dar lo mejor para que vean un rendimiento.
¿Qué supuso ganar el campeonato de España a compañeros de 40 años?
Al principio no me lo creía, en le viaje de vuelta a casa fui reaccionando y fue una experiencia genial. Gané por muy poco, 200 milésimas, pero fui el mejor de 48 y eso es un orgullo.
¿En qué destacas cuando te subes al kart?
En las carreras de resistencia me siento muy cómodo porque suelo llevar tiempos muy constantes.
¿Cuál es tu sueño?
Mi sueño es llegar a la Fórmula 1, es difícil, lo sé, pero voy a trabajar para ello.
¿Quién o quiénes son tus ídolos, tus referentes?
Fernando Alonso, claro está, además de Max Verstappen, me parece muy buen piloto y Ken Block que hace drifting y gymkhanas con el coche.
Kike Galvez, padre de Kike
“Los karts han ayudado mucho a nuestro hijo, estamos orgullosos de él”
¿Cuándo os dais cuenta que a Kike le pasa algo?
Darnos cuenta desde siempre, ponerle nombre, TDAH, hace cinco años. Desde pequeño no paraba quieto, desaparecía, era difícil. Le afectó en el colegio, fuimos a un psicólogo y nos dijeron que tenía TDAH.
¿Qué supuso daros de bruces con el diagnostico de TDAH?
Asombro porque no sabíamos qué era. Nos asesoramos, informamos y ya medicaron a Kike. Ahora es un chico como los demás, siempre teniendo en cuenta que es más inquieto, le cuesta centrarse al estudiar o estar en clase, en cosas que requieran cierta calma. Fue un disgusto pero no era algo que no se pudiese remediar, no es una enfermedad grave y, se supone, con el tiempo puede desaparecer.
¿Por qué pensaste que los karts podrían ser buenos para Kike con ese trastorno que sufre?
Yo soy un apasionado del motor y lo llevaba conmigo desde pequeño, montaba en motos conmigo, coches, quads… y el día que abrieron el karting de Rivas fuimos a probar, allí nos dijeron que se le daba muy bien, le apuntamos a la escuela y pensé que era una buena medicina para desfogarse de todo ese estrés de la semana, ¡y así fue, creció rapidísimo en el mundo de los karts!
¿Qué cambios habéis notado en Kike desde que comenzó su afición por los karts?
Hubo mucha mejoría, su presión durante la semana de ir al instituto se nota mucho, llega el fin de semana, suelta toda esa energía y es una vía de escape.
¿Qué les dirías a los padres de chicos con TDAH que les pueda dar respeto que su hijo se suba a un kart?
Que no les pongan barreras. Si a un niño le gusta bailar y quiere ser Billie Elliot, que baile, si quiere correr que corra, si tiene un talento que lo aprovechen. No le pongamos más condicionantes de los que ya tienen. Hay que confiar en ellos.